
Exposición del caso
En nuestro despacho de abogados especializado en incapacidades laborales, recibimos la consulta de una paciente que sufría dolores generalizados a nivel óseo, articular y muscular, acompañados de astenia, cefaleas, insomnio y síntomas adaptativos.
La gravedad de su estado requería un seguimiento médico multidisciplinar, con intervención de las siguientes especialidades:
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Unidad del Dolor
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Otorrinolaringología (disfagia)
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Neurología (migrañas)
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Reumatología (fibromialgia y espondilitis anquilosante)
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Traumatología y Neurocirugía (patología vertebral)
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Psiquiatría
A pesar de tomar más de 15 medicamentos diarios (antidepresivos, ansiolíticos, morfina y otros opioides), no conseguía un control adecuado del dolor ni una mejora funcional significativa.
Solicitud ante el INSS
Debido a la gravedad de las patologías, se solicitó al INSS el reconocimiento de una Incapacidad Permanente Absoluta. Sin embargo, el Instituto Nacional de la Seguridad Social solo concedió una Incapacidad Permanente Total, considerando que la paciente podría desempeñar otros trabajos distintos a su profesión habitual.
Diferencias entre Incapacidad Permanente Total y Absoluta
La Incapacidad Permanente Total (IPT) se reconoce cuando el trabajador no puede ejercer su profesión habitual, pero sí podría realizar otras actividades laborales con menor exigencia física o mental.
Por su parte, la Incapacidad Permanente Absoluta (IPA) se concede cuando las patologías impiden al trabajador realizar cualquier tipo de profesión u oficio, debido a las limitaciones físicas, psicológicas o cognitivas que presenta.
Esta distinción es fundamental, ya que la cuantía de la prestación varía según el grado reconocido:
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IPT: 55% de la base reguladora.
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IPA: 100% de la base reguladora.
(Estos porcentajes pueden variar según el caso concreto y la situación del trabajador).
La Fibromialgia como causa de Incapacidad
La fibromialgia es una enfermedad compleja y, a menudo, infravalorada tanto en la sociedad como en los tribunales. Se caracteriza por dolor musculoesquelético crónico, fatiga extrema, problemas de sueño, dificultades cognitivas y trastornos del ánimo.
Su origen no está completamente determinado, aunque se asocia a factores genéticos, traumáticos y psiquiátricos. En este caso, la paciente presentaba además patologías reumatológicas y neurológicas añadidas, lo que agravaba su cuadro clínico.
Resolución judicial: reconocimiento de la Incapacidad Permanente Absoluta
Ante la negativa inicial del INSS, nuestro despacho presentó una reclamación previa y, posteriormente, una demanda ante el Juzgado de lo Social de Madrid.
Se aportó un informe pericial médico elaborado por un especialista en valoración del daño corporal, que concluyó que la paciente no podía realizar ninguna actividad laboral reglada debido a sus limitaciones.
El Juez de lo Social valoró la gravedad de las patologías, la necesidad de múltiples tratamientos y el impacto funcional de la fibromialgia, entendiendo que la trabajadora no podía mantener un ritmo laboral constante ni desplazarse por sus propios medios.
Finalmente, el tribunal estimó la demanda, revocó la resolución del INSS y reconoció a la paciente una Incapacidad Permanente Absoluta, garantizando así el acceso a una pensión del 100% de la base reguladora.
Conclusión
La jurisprudencia actual reconoce que, para determinar el grado de incapacidad, es necesario valorar no solo el diagnóstico, sino las limitaciones reales que las enfermedades provocan en la vida laboral.
Si padeces fibromialgia, enfermedades reumatológicas, dolor crónico u otras patologías incapacitantes, puedes tener derecho a una Incapacidad Permanente.
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Te ayudaremos a reclamar tu pensión por incapacidad ante el INSS, con un equipo médico y jurídico experto en valoración del daño personal.